miércoles, 27 de noviembre de 2019

Hay hogueras de huesos y pupitres





Hay hogueras de huesos y pupitres
sin niños en la acera,
cada día
nos pesa más el aire,
se adivinan inmensas sucursales a Auschwitz,
pero no estamos muertos,
no lo estamos
y hay alguien que ahora brinca por encima de los sables y cenizas
y se bebe los gases,
hay alguien que amordaza a los perros de las noches podridas
y que escribe un poema en el lugar en que estaba
preparada su tumba,
alguien
que al mirarle a los ojos mana lágrimas
y esconde el corazón como un planeta borracho

y en todas las vigilias que se escapan del hambre,
estoy yo

yo sostengo al nacido con las tripas de cuajo,
yo pinto con mi voz cicatrices de oxígeno,
cada boca que gime,
cada cuerpo que sangra,
cada gota de cieno que acumulan los árboles soy yo.

Pero no estamos muertos, solamente
nos sabemos los otros y pasamos los días en hoteles amargos.



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