viernes, 12 de febrero de 2010

Yo no fui un buen amante

Yo no fui un buen amante ni tenía
un libro dedicado en la mesilla de noche para hacerme el autista
los minutos después,
ni te quiero decir por qué aún me tiemblan las manos
y recurro a los mismos subterfugios
cuando alguien insiste en recordar los detalles
de la primera vez.

Pero tú no buscabas al amante perfecto ni al guaperas de turno,
tú sabías muy bien que lo infalible
siempre esconde una treta,
que no es bueno encerrar a los locos en su celda ni esconder en el sótano
los retratos
que no siguen los cánones.

Tú siempre me dijiste
que el amor era un niño que jugaba a los padres en cuclillas
y a las diez volvía a casa,
que no importa el juguete, sino el niño
y a veces ese niño,
casi siempre,
tiende a hacerse mayor y ya no sirve el muñeco.


 Poemas  del  Alma,  12 02 10

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