Es diciembre; y el musgo en las paredes te recuerda....

Es diciembre; y el musgo en las paredes te recuerda
sentada frente al sol
cosiendo el tiempo.
¿Quién ha dicho
que el aire violeta de esta tarde
no es el mismo que entonces nos ponía
avispas en los labios?
El rigor del invierno acrecienta las distancias
y es más denso el silencio entre las grises
brumas de la alameda,
veo un rastro de luz que no palpita
al paso de la aves,
oigo el llanto de un niño que me asoma
el caudal de un acuífero:
toda la claridad duerme en las ramas
nudas de los manzanos
y no queda en el cielo una cometa
con colores de ti.

Es diciembre; y el musgo en la paredes
todavía
tiene el tacto finísimo de ayer.

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