viernes, 27 de mayo de 2016

Aún me queda un pedazo de noche entre las manos





Aún me queda un pedazo de noche entre las manos
pero el aire es azul,
tan limpiamente azul que ahora me sabe
a claridad de espliego la mañana.
No me quedan excusas para hablar
de batallas perdidas, de caminos
no andados, de ciudades
donde a Dios se le inventa cada tarde
ni me quedan pretextos para hacer
funerales sin muertos.
Y aunque cruce las calles sin pararme
a mirar el color de los semáforos,
aunque os oiga llegar y no os salude
y aparezca una esquela en los periódicos
con mi nombre en cirílico,
sabed que sigo aquí, a medio estar,
a medio desistir,
y que a escondidas
rubrico con el nombre que tuve algunos versos,
y a escondidas también
modelo con mis manos,
las que fueron mis manos, en el aire
el contorno invisible de algún beso.




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1 comentario:

  1. Vuelvo a gozar de tus versos maestro, de ellos aprenderé siempre y desde el otro lado espero que veas como te recordamos Vicente,que llegue un abrazo hasta allí

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