Uno a veces querría, tú lo sabes,
haber sido palmera o vendedor de periódicos,
no haber ido a la escuela,
no haber hecho
el tonto en los guateques ni haber dicho te quiero a esa muchacha
de los ojos azules
pero miras atrás y aún hay pañuelos que guardan el aroma
de una tarde prohibida con the rolling stones,
y es que entonces
la sangre era un jaguar y no teníamos
piedad con los fonemas
porque fuimos
estatuas sin pulir y proletarios de alpaca
de esos légamos
hoy te palpas los huesos y hace frío,
te humedeces los ojos y se agrietan los árboles,
vas a misa
y el templo está infestado de ateos
por eso
ya estás harto de oficios de cartón y de los tilos
al borde del paseo,
te molestan
las viejas bambalinas y el olor que despide el maquillaje
quisieras no ser tú, no haber tenido
que escuchar el Big-Ben y andar por Londres
con impermeable rojo
y por fin te preguntas
qué habría sido de ti de haber nacido palmera o vendedor de periódicos,
de haber sido anarquista y objetor de conciencia
o simplemente
sexador de lombrices para hoteles de lujo.
Poesía Pura
29 07 11
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