Para aquellos
que un día se durmieron con dolor de hipotermia
y al despertarse pudieron comprobar que no había nada en sus hombros,
para ellos
la oración de los pájaros verdes,
para quienes
enterraron en bolsas de basura la oratoria de las demoliciones
y arrojaron al mar las escudillas de comida enlatada,
para ellos
la lira de los príncipes nimbados,
para aquellos
que han perdido la fe y se martirizan
dando giros eternos alrededor de un círculo,
para ellos
el hontanar que surge donde empieza la sombra de algún niño,
y para ti
que has cambiado de piel como las nubes
cambian de apartamento al desnudarse los ángeles,
para ti que acribillas a exvotos a las vendedoras de lotería
y te dejas las yemas de los ojos en la lunas de los escaparates,
para ti
solamente el prospecto de un crepúsculo contado por teléfono.
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