Hola, Laura, qué tal

Hola, Laura, qué tal,
me ha sorprendido tu e-mail en el que dices
que te encantan mis versos

y que quieres
saber cosas de mí, dónde podrías
encontrar algún libro y qué otros hobbys practico
además de escribir.

Pues bien,
te equivocaste de casa y de país,
confundiste a un poeta con un mero ciudadano de a pie
que a duras penas
ha leído a Bukowski:
un error comprensible si tenemos en cuenta que los nombres
son persianas equívocas
y que existen demonios que al hacer el amor dejan intactos
los lugares que pisan.

Yo jamás he intentado involucrarme en la cosas que suceden
ni he cerrado los ojos para ver
cómo duelen los celos,
me levanto a las siete y nunca tuve
ni padres adoptivos ni amistad con las gentes que fabrican noticias,

desde niño
aprendí a esperar a que el otoño
se vistiera de invierno y se estiraran las noches
hasta hacerse muy largas,
nada en mí
debería invitarte a que pensaras que soy un extranjero
y me inyecto morfina cuando uso
palabras sin sentido.

Contéstame si quieres, vivo a escasos segundos de la una
en punto de la noche.


Poesía Pura
02 05 11


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