y poner reflectores donde el aire parece un hormiguero
no preciso de andamios,
no acostumbro
a acostarme la siesta entre manglares atestados de iguanas
ni soporto
que unos loros risueños me despierten con risas neandertales
os advierto
que he cruzado el umbral de los muchachos idiotas
y no creo en baladas ni en filósofos chinos,
que en mi casa
hay orugas con dientes y ranas con muletas
y a las tres de la tarde se me llenan los ojos de avispas disecadas
¿para qué quiero yo la algarabía de una noche de boda
si no tengo cortinas y están llenas de alpiste
las almohadas?
y andamios…
¿para qué usar andamios mientras sigan estando a ras de tierra
las hierbas milenarias y se escriba
sin hache cementerio?
Quizás
si los helechos marinos pronunciaran mi nombre y me pusiera a llorar
alguien vería
por fin cómo me sangran
las horas en los muslos y vomito alfileres
de nubes falseadas.
Poesía Pura
24 04 11
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