Cuando pasen los años

Cuando pasen los años
y el tiempo que nos reste no exceda de un minuto
qué nos ha de quedar,
qué será de este instante en que tenemos
inaudibles los labios,
de esta luz que aún llevamos espejada en los ojos,
de este sol, asombrado, allá en lo alto,
de estas nubes oblicuas,
de estos rostros
dibujados a tiza en las aceras.

Posiblemente el mar, la lluvia, el viento
hayan pulido todas las aristas
y no encuentres siquiera cicatrices pretéritas
ni restos de cenizas sobre el alma.

Habrán aparecido nuevas formas de mirar a los astros,
seguirán las muchachas levantando a cada instante su falda
por ver si la mujer está llegando,
se habrá cansado el aire de jugar
con los besos ficticios
y tal vez
sólo queden la música y las lágrimas
de este último abrazo.


237