Y por si os quedan dudas
os lo aclaro:
aquí no habla el poeta, ni el amante, ni el padre de sus hijos
ni siquiera el filósofo frustrado
o el insomne que llora a los cristos y ovaciona a las vírgenes,
el que habla soy yo y llamo maldito al que asesina a los peces,
maldito al que ejercita su poder contra los débiles,
maldito al cormorán que pesca en aguas gandules
y abomino del loco conductor de excavadoras
incapaz de asumir la ancianidad legítima del bosque.
El que os habla soy yo y lo hago en nombre de los árboles
y a favor de los árboles,
el que llora soy yo y lloro en nombre de los peces
con lágrimas de peces,
el que os grita soy yo y os manifiesto que un árbol es mucho más que un clérigo,
os reprocho el silencio con que herís a los pájaros
y os advierto además que un gorrión, un leve gorrión,
es superior a un músico.
En nombre de los pájaros os conmino a que dejéis
de ultrajar a los dioses indefensos
y os aviso:
si mañana no queda un lugar donde vivir es porque habréis
destruido la casa de los pájaros.
22-8-10
Poesía Pura
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