jueves, 14 de abril de 2011

Tú sabes que no miento si te digo


Tú sabes que no miento si te digo
que hace cientos de inviernos que he aprendido a soñar
donde caerme muerto,
sabe Dios que no miento cuando tomo paté y se me coagulan
las paredes del hígado,
no miento cuando digo que soy como un arcángel polígamo,
mitad sublimación, mitad codicia,
como un pozo de hormigas amarillas en los días de niebla,
como un bar precintado
donde juegan al mus los pasajeros con leucemia en los párpados.

Tú sabes que no miento,
que hoy es martes
y un martes es la fecha marcada en que se agotan los plazos.

Hace sólo unas horas, ni siquiera unos días, que te habría acusado
de tu complicidad en lo imposible,
de robarme los besos con pequeñas mentiras,
hace solo un ayer que te asombrabas
de que todas las putas pasaran por mi calle regalando aspersores,
de que todas las muertes tuvieran las persianas a ras de las rodillas,
pero ahora
cuando sabes muy bien que sólo el vértigo construye los balcones
y estoy aquí
y soy
un dios dimisionario que ha perdido su rostro de futuro,
ahora quieres
que edifique una casa en la que vivan
borrachos sin corbata,
que rompa los espejos donde habitan los eternos suicidas.

Pero debes saber que no hay paraguas
capaces de blindarnos contra un cielo tan negro,
saber a ciencia cierta que mañana
olerás el estiércol de todos los adverbios que han dejado los pájaros
y un momento después de que la ingrávida mecánica del mundo
halle un nombre
vendrá
la inmensa soledad a bautizarnos.


.
258
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario