A las seis de la tarde
cuando en todas las urnas de los mártires se licua la sangre
y el vientre de los necios se retuerce en las estancias
de alguna casa oscura
cuando dejan de amar a sus señoras los maridos castrenses
y se llega a las manos por un vaso de aceite o se discute
por el tráfico aéreo
cuando el último preso se arrodilla delante de una frase de amor
y un reloj agoniza mientras pasan las horas
equivocadamente
cuando un solo dolor es la promesa que salva a todo el mundo
y una sola mujer quien amamanta a las hienas
de los generalísimos
justamente a la hora en que los prados se aburren
y están tristes los huertos
a la hora maldita en que el galeno te encuentra
miedos en los riñones
a la hora de ayer
de las tabernas llenas bocas que vomitan
funcionarios anémicos
a las seis de la tarde exactamente
acabas de morir
y están de luto
los muebles de oficina y los forenses que le hicieron la autopsia
a una amante furtiva.
Poesía Pura, 06 05 10
Hay dias como el de hoy, en los que extraño tus versos, tu magnifica forma de escribir y de saber llegar a lo más hondo, te sigo recordando y admirando maestro
ResponderEliminarte llegue al cielo mi recuerdo