viernes, 16 de abril de 2010

Debiera estar prohibido ser ramera

Debiera estar prohibido ser ramera,
atracador de banco o proveedor
de hoteles y condones en las casas de apuestas,
debiera ser pecado ser imbécil,
ser Cardenal Primado o sexador
de sirenas nocturnas,
sin embargo
los pecados que engordan siempre fueron objeto de indulgencias divinas
y un descuento especial por pronto pago,
no así quienes trafican desnudos y no tienen
una novia en el limbo,
una cuenta corriente y las alarmas del piso
conectadas con Dios.
Ya sabemos que Dios juega a las cartas y lo hace con ventaja,
que tiene una manera de ser impredecible
y que mima y socorre a los faquires infames
más que a los que Le aman,
pero esto es así desde que el mundo es mundo y el diablo
se baña en el Mar Rojo
y hay mujeres que pagan todas sus abluciones con un beso
y hay besos que podrían volverse extravagantes
sucedáneos de ovnis.
Pero es que Dios es Dios y si dejara
que un tonto como tú Le manejara sus cuentas
-con perdón- bastaría
con poner ascensores que subieran directo al paraíso
y un portero automático. Y todos
tan contentos.


 Poesía Pura 16 04 10

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