toda fidelidad inquebrantable?
Ni siquiera tus manos, tan pequeñas,
o el tamaño del mar cuando no puede
subir a tu cintura,
ni siquiera la luz del mediodía
creciéndote en los muslos
o esas aguas de octubre que se embalsan
allí donde los dioses se aburren de sí mismos,
ni siquiera las manos nacidas de tus manos
son algo que no sea
la imagen cotidiana que deja un espejismo.
Al chico que traía las frutas del verano
no le quedan promesas
ni adjetivos,
sólo algunas perífrasis,
una música obscena
y acaso algunos gestos furtivos a la luna.
Por mucho que un relámpago conquiste las ventanas
para amarnos de nuevo no nos queda
ni el tiempo de un eclipse.
Vicente Martín Martín (España. 1945-2012)
De: "No me pidas que cante cuando vengas"
PREMIO FRAY LUIS DE LEÓN 2008 DE CREACIÓN LITERARIA.
POESÍA.
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