Me he sentado a la orilla de tu tiempo

Me he sentado a la orilla de tu tiempo
esperando a la tarde. Y han cruzado
los cielos de mis ojos los gorriones
de todos mis inviernos, las cigüeñas
de todos mis veranos, pero tú
no eres pájaro.

Le he hablado a los árboles, me han dicho
sus nombres uno a uno, me han mostrado
alboradas de niño y resplandores
de nocturnos nupciales, pero tú no eres árbol.

Han venido las nubes y han dejado
su humedad en mis labios, he sentido
sus hechizos de espuma y sus caricias
de algodón en mis manos, pero tú
no eres nube.

No eres pájaro,
ni árbol,
ni eres nube...

Y el viento que ahora mueve mi cabello
es el viento que silba cuando llega,
de puntillas,
y a medio sol, la tarde.


Poemario "De silencios fingidos"

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