Mira dentro de ti:
en algún sitio,
perdido en la azotea y disfrazado de objeto que no sirve
hay un viejo guerrero de cartón
que aún conserva su mirada de látex,
un brazo en cabestrillo
y una carta de amor que nunca tuvo
destinataria firme.
A ver si entre las cosas que encuentres cuando abras
la habitación oscura
quedan días azules,
una masa de nube blanquecina
o el fulgor de algún álamo gozoso.
408
No hay comentarios:
Publicar un comentario