Hace un mar y ya estabas

Hace un mar y ya estabas,
no eras junco ni cisne ni brocal de un paisaje submarino,
no eras fiordo en mis ojos ni metálico anhelo en las indómitas
geometrías del agua,
no eras música, llanto, temblor en la garganta,
alma de candelabro,
hace un mar y eras tiempo de siembra que llenaba de oráculos
las acequias del cielo,
eras voz impostada, viaje compartido, ceremonial de frutas
y vela desplegada,
eras la inmensidad azul y el libro rojo,
el iris donde habita la historia no contada,
la canción nunca escrita,
la tristeza en las manos con que hablan los muertos a los vivos,
la humedad de los besos que indultan los biógrafos,
distinta cada noche,
pero siempre
la misma.

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