martes, 23 de agosto de 2011

Pero tú no existías

Yo pensaba en un mar cada verano,
dormía entre alacranes,
el agua era mi patria y los domingos impares se adornaban
de autobuses muy viejos,
pero tú no existías
ni la voz
ni la música
y era Dios quien ardía en las nieves de las cumbres más altas


en mi mundo de entonces gobernaban los otros y tenían
licencia los fantasmas,
los otros regalaban pantalones bombachos
y leche americana,
pero tú no existías
ni la voz
ni la música
y a Dios le imaginaba en una estela de luz que me llegaba
de las cumbres más altas


y resulta
que yo había nacido a pocas metros del vómito
y los trenes llegaban con vagones atestados de huérfanos,
resultó que una noche me dejaron a oscuras
y no tuve
canal para las lágrimas


pero tú no existías, tú acabas
de cumplir quince años
y eras sólo
la paloma en el arca de un lejano diluvio.


Poesía Pura.23 08 11

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