Te querría explicar por qué hay palabras
que se han vuelto innombrables
y tú debes saber:
nací falto de oxígeno;
era un lunes
y julio había regado con memorias de hiedra las paredes
por lo visto nací sin muchas ganas
-reconoció mi madre-, lo que dice
de aquel poeta triste que ya llevaba dentro
y aún así
me fue dado cruzar entre llanuras eléctricas
sin coraza y expuesto a los disparos certeros de la luz
creí en las postales y en los pechos que hablaban
idiomas diferentes
de vez en cuando
una salva,
una vaga sonrisa
y un mentirme a los ojos un otoño con lluvias
y estoy vivo
aunque lleve en el pecho puñales de colores
y pintada en la frente una diana
por alguna razón que desconozco apenas tengo
percepción del presente
y cada día
me tienta una amargura
distinta y semejante
pero escribo
y te cuento por qué pasan a oscuras y mirando a otro lado,
omisos, los cadáveres
escribo y soy el ser al que le estallan
de repente los bosques,
soy el rostro del frío y la hondura de la llama,
el espejo de mí en que me sucedo
y me asomo al brocal donde las aguas
son verdades efímeras
o sueños alegóricos.
¿Entendiste por fin que sólo pueda quererte
cada vez más adentro?
Poesía Pura, 13 05 11
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