No preguntas,
no llamas por teléfono y el buzón de mi puerta
no conoce al cartero
con el tiempo
la casa se ha llenado de nombres cotidianos
que asesinan las horas,
tengo abismos de ti,
verdor de ti,
sigo
dependiendo de ti y el tiempo pasa.
Algún día vendrás
-habrá nevado,
el sol será de cera-
y cuando abras la puerta verás que ya no estoy
si te fijas
acaso un viento traiga virutas de mi cuerpo
que sollocen contigo
y habrá un pájaro
diminuto mirándote en la nieve.
Poesía Pura
11 05 11
No hay comentarios:
Publicar un comentario