Ni la clase política ni los reinos de Taifas
necesitan poetas,
se argumenta
que en lo tiempos que corren lo que sobra
es la gente meliflua
y es bueno acostumbrarse a los biscotes ingleses y a tomar
café con sacarina.
Lo que no han conseguido es que las moscas se alejen
de los sacos de mierda y hay domingos
con olor a cebolla y telarañas
en todos los idiomas,
pero en fin,
se ha llegado a la luna y hay kioscos que venden pañuelitos
con perfume de lilas.
Los jerarcas de ahora
tienen cuerpos de Adonis y almas de bonsái,
no precisan
que un poeta les venga a recordar que son tangibles
y efectos cotidianos,
usan dioses versátiles y ropa desechable,
lo que quiere decir que no precisan de nadie que les lave los trapos
o les ponga un altar para enjuagarse
los dientes y los ojos.
Poesía Pura, 20 01 11
No hay comentarios:
Publicar un comentario