domingo, 10 de abril de 2011

Algún día tendremos que llamar...

Algún día tendremos que llamar
piedra a la piedra,
alguna vez
se sentirán desnudos

los olvidos prestados,

los días no leídos,

y vendrán las hormigas, imágenes de un cuerpo
que lleva el mundo entero a sus espaldas,

a devorar las horas que nos quedan.

Al fin y al cabo, el tiempo

ya dejó sus anillos de sombra en los tejados

tras el último vuelo de cigüeña,
y cada noche

que anide en las palabras nunca dichas

será sangre de arroyos que no fueron
gorjeo de zorzales

ni aviso de frescura en la alameda.
¿Por qué pisar entonces las hojas del otoño
si el viento las anima?

Esperaré en la niebla
al alba de la muerte que hicieron nuestros labios
a escondidas del mar, en la ensenada

urdida de los sueños.

Te esperaré desnudo,
sin la voz,

con el vestido
que le robé a la infancia

cuando el agua era espejo que nunca reflejaba
los aleros hirientes del olvido.
Y tú vendrás,

seguro que vendrás, novia del alba,
llegarás con la risa que no abrió
su cauce a las estrellas, llegarás
de malva engalanada, dibujando

violines imposibles

y arroyos de zorzales embriagados.


Vicente Martín MartínDe "Soliloquios en gris"PREMIO VI CERTAMEN DE POESÍA
LATINOAMERICANA VÍCTOR JARA





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