El mundo está fatal

El mundo está fatal,
no cabe duda,
me lo dicen tus ojos cuando miro a otro lado y el amarnos requiere
cuidados intensivos,
nos lo dice la tele que aunque sólo nos cuenta
simplezas y sandeces hay noticias que a fuer de ser estúpidas
nos sorprenden desnudos
y es que el mundo y la vida y las películas progres
y el derecho de huelga
cada día que pasa,
-ya lo ves-
andan mucho peor.
En Vall Street cotizan los psiquiatras, las píldoras del sueño,
las farmacias de guardia y están llenas
las calles de impostores que analizan la crisis
en mangas de camisa.
De verdad que las cosas han llegado a ponerse que dan miedo
y en las casas de empeño comienzan a advertirse
los primeros cadáveres,
conciencias mutiladas
y algún que otro signo de impaciencia en los teléfonos móviles:
vamos a la deriva y no nos debe extrañar que los burócratas
aparquen sus bemeuves
y acudan al trabajo en ambulancias.
Sólo queda
que se asfixien de objetos sexuales las cloacas y anuncien los piquetes
acciones subversivas.
Poesía Pura
30 7 10