jueves, 11 de marzo de 2010

Quisiera equivocarme

Quisiera equivocarme
y ojalá
que fuera tu desdén lo que me avoca
a este exilio bastardo en que las cosas no pintan
del color que parecen.

Quisiera equivocarme
y no ser yo,
no ser yo quien al ver que llegabas arrojaba los libros
y una vez por semana se acostaba contigo y a las doce
te dejaba durmiendo,
no ser yo quien te hacía mil fotos y con cada disparo
te inventaba un cadáver,
la vida
se encargó de llevarme por parajes oblicuos que yo mismo detesto,
yo llenaba las copas con la misma presteza con que tú
regalabas al mundo una sonrisa,
yo decía te ofrezco el paraíso y eras tú
quien pagaba el café.

De nada te sirvió, tú que supiste
leer el movimiento de mis labios cuando estaba callado
no pudiste advertir que mi manera de amarte era algo así
como un ir expropiándote hasta el punto
de que un día siquiera
recuerdes tu pasado y no te encuentres
carnet de identidad.

Pero mira
el tiempo ha transcurrido y sólo queda la música,
las palabras de ayer están escritas y mentí cuando dije
que iba a ser para siempre y que a mi lado
tú nunca estarías sola:
te mentí, te mentí y no me merezco siquiera tu desdén,
ni merezco este exilio que está lleno de ofrendas incumplidas
ni esta astucia de río que no es sino el falso
reducto de una lágrima.

Hoy, supongo que tú
pasarás cada noche durmiendo a la intemperie como duermen
quienes no tienen nombre
ni costumbres
ni deudas,
releerás los errores y tal vez se te escape gritar
¡maldita sea!

Quisiera equivocarme.

 Poesía Pura, 11 03 10
 Poemas  del  Alma, 11 03 10

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