domingo, 14 de marzo de 2010

Encended un buen fuego

Encended un buen fuego,
echad en él mis cosas,
mis recuerdos más viejos,
los pájaros errantes,
los zapatos que usé para la escuela y los tebeos
que guardé en el cabás,
poned también los nombres de mis gestos vacíos,
mis hechos,
mis olvidos,
mis labios entreabiertos y el asombro en mis ojos
contemplando la pira.

Cuando todo esté a punto
avivad bien las llamas, contemplad
cómo prenden mis muebles, cómo arden
mis fotos
y mis libros.

Y después, si algo queda,
es amor.

Poesía Pura 14 03 10

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