Puedo sentir tu cuerpo cuando andas
porque nada en el mundo hay que no sea
murmullo de tu pasos,
puedo
descorrer los visillos donde anidan
moribundas cigüeñas y encontrarme
las penúltimas nieves de tu infancia
vestidas de abedul,
puedo
caminar por las calles recogiendo
la claridad del día y encontrarme
dentro de mí tus ojos
desvelándose,
pero nunca sabré
por qué me duelen tanto esos instantes
de cántaros vacíos en que el viento
se queda entre los chopos
y progresan
las sombras al nombrarte.
046
.
porque nada en el mundo hay que no sea
murmullo de tu pasos,
puedo
descorrer los visillos donde anidan
moribundas cigüeñas y encontrarme
las penúltimas nieves de tu infancia
vestidas de abedul,
puedo
caminar por las calles recogiendo
la claridad del día y encontrarme
dentro de mí tus ojos
desvelándose,
pero nunca sabré
por qué me duelen tanto esos instantes
de cántaros vacíos en que el viento
se queda entre los chopos
y progresan
las sombras al nombrarte.
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