martes, 19 de enero de 2010

Dadme otro nombre...

Dadme otro nombre, lejos
de este espacio marcado en que las voces
fingen para vivir.
Quiero un lugar
donde el dolor y el mar tengan el mismo
reloj de extranjería,
donde el cuerpo
no conserve la imagen y los gestos
de nieves derretidas.
Un nombre y un lugar donde morir
sólo sea mirar a las estrellas por encima del mundo,
deshacerse de sueños,
perder forma y contornos,
brotar como los sauces,
nacer
y desnacer.

042

No hay comentarios:

Publicar un comentario