Cubre tu desnudez como si el cielo
se encendiera de pronto y no existieran
las sombras sobre el mundo
y consiente
que el rigor del invierno y los campos de amapolas
crezcan sobre tus pasos mientras llega,
como una flor sin forma conocida, la tarde.
Luego deja que el canto de las aves
mitigue tu cansancio,
que se llene el silencio de silencios
y de sosiego el aire,
que la noche refresque tus heridas y los bosques
se sienten a tu lado.
Finalmente
abre un libro de horas y entrégate al incienso
de las celebraciones.
Y camina si puedes.
Yo te estaré esperando.
Vicente Martín Martín (España. 1945-2012 )
De: "No me pidas que cante cuando vengas"
PREMIO FRAY LUIS DE LEÓN 2008 DE CREACIÓN LITERARIA.
POESÍA.
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