viernes, 16 de marzo de 2012

Por eso vuelvo a ti



Por eso vuelvo a ti,
porque he llenado mis ojos de verdades a medias
y ahora vivo sin Dios, encadenado
al borde del abismo.
Me dueles como duelen los inviernos noruegos,
me dueles como duele esta muerte que a mordiscos
se nos viene llevando,
me sangras todavía,
me atinas y me hieres con la misma destreza del arquero,
con la misma clemencia con que un muerto agoniza para siempre.
Ven,
ven y dame las lunas de tu mano,
ven y deja fluir por este arroyo de mimbres
la humedad de tu boca,
no consientas que se incendien los prados y la hierba se amustie,
morir, pertenece al pasado, y ahora aquí
es el tiempo en que el cielo no consiente
más flores en los charcos
ni cometas que vuelen a mil metros de altura.
Y regreso desnudo, en una caja de cinc
he puesto mis harapos,
encarcélame a ti,
despedázame en ti, ya no me importan
las rocas primitivas ni a las horas
en que cantan maitines y apuñalan las sombras los helechos.

525

No hay comentarios:

Publicar un comentario