Podría, si lo pides,
recitarte un poema de amor y mendigarte caricias en los ojos,
pero ya no es el tiempo,
te podría jurar que sólo tuve pasión por los kioscos de helados
y que nunca
me llegué a enamorar de una muchacha de arroz a la que olían
las axilas a coco,
te podría
regalar un domingo sin arroz
o asesinarte a besos
y si quieres
te juro que jamás he fingido un orgasmo por reírle
a una chica anoréxica,
lo mío
siempre ha sido hacer puzzles con los rayos del sol
y no electrocutarme y he intentado
acabar con las sábanas limpias después de cada sueño,
(en mis sueños
nunca hiciste el amor en calcetines ni llevabas
relojes en los muslos)
sin embargo
de nada me ha servido estar haciendo auto stop frente a tu vida
porque siempre pasabas y a tu lado
iba siempre un beodo o un chaval cejijunto o la infinita
presencia de tu madre
y es el caso
que he perdido la fe y ya no aspiro
sino a ser un volcán donde derritan sus verbos
los trapecios isósceles
pero quiero que entiendas que no sé por qué sigo
siendo un pobre diablo
y por qué nunca
me he atrevido a decirte que te quiero.
Poesía Pura, 14 08 11
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