Antes,
mucho antes de que fue preciso sobornar catedrales
y mirarse a los ojos entre abrazo y abrazo,
mucho antes incluso
de que alguien inventase el amor en pantalones cortos
eras un ser pensado
y ya ves,
aquí estoy todavía
aquí sigo danzando entre los grillos de alba
sin saber a quién debo la ventura
de haberte imaginado.
¿Qué importa el poco tiempo que tengo para hacerte real,
para aburrirte a besos?
Has fundado tu casa donde el viento y la sal no se han podido
borrar al calendario
y hay violetas
que trasnochan y dejan en mi espalda los aromas del bosque
porque tenerte aquí,
mirarte así,
es vivir ante un fuego que la lluvia no apaga
y no puedo explicarme por qué pierdo un minuto con cuestiones absurdas
si tenemos
tanto que disfrutar
con los silencios.
Poesía Pura, 01 03 11
No hay comentarios:
Publicar un comentario