y estas dunas,
la luz entre enebrales
y el olor de estos vientos que hoy me llegan empapados en algas
y es que tuve una casa con accesos al mar y aún recuerdo
quienes son mis hermanos,
quienes fueron mis padres y a qué hora del mundo
regalé mi inocencia.
Supongo que fue así como ocurrieron las cosas
y es que ahora estoy solo,
con esa soledad que no le encuentra sentido
al reloj de la noche:
un buen día
descubrí que en la casa no tenían cabida dos hogares
y alquilamos un sueño
mis hermanos y yo,
era un viaje
más allá de la muerte y más allá de la madre
donde el mar no era mar y era imposible
llorar sin pronunciarnos,
tuvimos
que aprender a mirar y a imaginarnos palabras de memoria
vivir a las afueras y dejar
que los otros
quienes tienen la luz y la exclusiva de que existan la sombras
nos pusieran edad, color de ojos
y cilicios dorados sobre el alma.
Mamá seguía en el mar, pero muy lejos,
en un mar al que nadie
excepto mi dolor, podía acceder.
.Poesía Pura, 14 06 10
No hay comentarios:
Publicar un comentario