lunes, 17 de mayo de 2010

No es la furia del viento

No es la furia del viento,
no es el cielo enojado,
es mi mente
quien engendra estos monstruos malignos que me acechan,
dragones de cien brazos que me dictan parajes
de herejías rumanas.
Busco en mi corazón y me pregunto
por el niño que fui,
veo a lo lejos
un clavel que agoniza en el jardín y no duele,
veo un hombre colgado del vacío
y el fulgor de una isla donde vagan, errantes,
robinsones ajenos,
nada me hace pensar que sea mi propio destino quien me oculta
las cosas que me importan,
sin embargo
hoy pretendo llegar hasta los tiempos en que el alma era bruma
y ese lugar no existe,
quedan sólo
anhelos devastados y un absurdo pronombre que es memoria
de un frágil paraíso.
Si hubiera de morir en este instante
¿qué hablarían de mí quienes proclaman el sexo sin mujer,
qué viejas sombras
al borde de un cadáver que se ofrece brevísimo
hallaría mi autopsia?

 Poesía Pura, 17 05 10

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