He leído:
Del amor al desprecio
sólo existe la anchura de un error tipográfico,
de un amor a otro amor
siquiera eso.
Pues bien, ello es tan cierto
como que hace cien años una guerra en el Sur dejo al Norte sin hombres,
tan verdad como que hay viejas musas que aún acusan
a Eurípides de ateo y el causante
de la mala cosecha y de haya en el mundo
faisanes tetrapléjicos.
Euripides, el pobre, cometió dos pecados: haber sido danzante y sobre todo
preferido de Sócrates,
mal asunto
si además no era buen gladiador y le acechaba Aristófanes.
En fin, que casi siempre
los necios se parecen más que nadie a los necios
y en cualquier envoltura o allí donde una ráfaga
nos abrasa los párpados,
allí
nos cabe un beso.
Poesía Pura 30 05 10
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