miércoles, 31 de marzo de 2010

¿Seguro que era ésta la vida que esperabas?

¿Seguro que era ésta la vida que esperabas?
¿Era éste el lugar,
éstos los árboles
y esta calle la calle en que soñaste que algún día crecerían tus hijos?
Después de tanto tiempo no has sabido salir
de los alrededores de tus manos
y aún no sabes
que el tiempo va borrando los mares a tu espalda
ni qué cosas,
qué túneles conducen
a la felicidad.
Y te piensas que el aire acaricia dulcemente el ombligo de los niños
sin robar nada a cambio,
te imaginas los ríos abrazados a sus propios afluentes
como ambiguos amantes
y a los muertos
limpiando sus zapatos para el día en que el mundo se convierta
en sepulcro de otros.
Mírate bien, no sea que el olvido se te vaya
pudriendo en los bolsillos y esas sombras que adviertes seas tú mismo
guardando las esquinas,
no sea que esta plaza,
las calles y los árboles sean sólo
cuentos de oficinista que se embriaga los sábados y escribe
novelas policíacas.

Poesía Pura 31 03 10

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