miércoles, 20 de enero de 2010

No es fácil despedirse...

No es fácil despedirse, ya se sabe,
el rumor de la olas,
la fruta submarina, las cigüeñas,
las maletas perdidas de los pájaros,
la música y el pan,
las asesinas
gaviotas de diciembre,
las casas casi abiertas,
qué guapa está mi niña, ya lo ves.
Pero sabes muy bien que eres propenso
a perderte detrás de cada esquina,
a olvidarte de ti,
a resbalar
sobre la luz plomiza de los bosques,
sabes que tienes
una deuda adquirida con los muertos
y has pasado
todo el miedo que había que pasar,
por tanto, si has venido
traficando con nieve y ahora sientes
que el agua se te escapa poco a poco
y tienes hambre y frío
tal vez, en ese caso, te convenga
pensártelo mejor y convenir:
lo siento,
voy de paso,
no ha llegado el momento de marcharme.

.
088

No hay comentarios:

Publicar un comentario