viernes, 6 de agosto de 2010

Te quiero porque tienes la elegancia de un tigre


Te quiero porque tienes la elegancia de un tigre
y te comportas
como un potro salvaje,
eres
mi longitud en su versión de piedra,
la torcaza que bate el corazón con sus dos alas encinta.
Te he visto aquí poblar las alamedas con tus ojos de mármol,
abanicar el aire, crecerte por ti sola,
pero también te he visto brillar como una lámpara
que se enciende de pronto
y en medio de la noche se hace puerto.
Te quiero sin piedad
y hermosamente
me hundiría en tu cuerpo hasta absorber enteras tus entrañas,
hasta hacer de tu vientre un santuario,
mi bahía,
mi casa,
te arrancaría incluso
la más honda reliquia de tu nombre
y al llamarte
te podría nombrar con nombres nuevos
con esa transparencia
que sólo Dios conoce.
Y nunca, amor, y nunca te diría el mismo nombre dos veces.


 Poesía Pura, 06 08 10

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