miércoles, 7 de abril de 2010

¿Y tú, qué culpa tienes?

¿Y tú qué culpa tienes
si otras manos,
si otro sol que no sale por el Este y no es de júbilo
acaricia tus pechos?
Estas cosas ocurren y la Biblia no dice si ayunaban los sábados
y era viernes el día en que se hicieron amigos para siempre
la ballena y Jonás,
para el caso es lo mismo, lo que cuenta
es que existen cetáceos que vienen a flotar sobre la infancia
de una isla imposible y emergencias
que comienzan a ser cuando se escucha
la voz de algún profeta en los teléfonos móviles.
Me sucede
que leo los periódicos y no siempre comprendo que haya gente
capaz de enamorarse de un insecto,
no adivino
qué placeres esconde una muñeca de plástico
ni en qué idioma se expresan los ministros que visitan las cárceles.
Pero ocurren,
son cosas
que no tienen qué ver con el azar ni se despiertan
en cueros cuando llueve
y son como la fea que te encuentras una noche en el baile,
como esos girasoles que se mueren buscando en los desvanes
la oreja de Van Gogh.

¿Y tú, qué culpa tienes?


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 Poesía Pura 07 04 10

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