Guardar tanta belleza

Guardar tanta belleza,
conculcar los preceptos de los reinos autárquicos,
flotar a la deriva,
callar para ser canto
y decir de memoria los colores que lleva en su jersey el arcoiris,
todo ello y amar,
amar cuanto haya sido capaz de anteponerse
a un verano tardío,
amar las amapolas que nos crezcan a la orilla del alma,
detenerse en la luz, quemar la ropa,
quemar toda la ropa que nos hizo más altos que la hierba,
no ser,
no imaginar
y después nada…
Así debieran ser la infancia última
y el último poema.




.Poesía Pura 22 01 10

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